Precaución, mujer enojada.

Estaba paseandose por el callejón Diagon, buscando la lbreria. Tenia ganas de buscarse varios libros para poder pasar el rato, realmente no tenia ganas de ver a Chad. Desde que habían vuelto a casa estaba demasiado irritable, todo debido al embarazo que había perdido hace unas semanas.

Realmente estaba ilusionada con ser madre. Se mete, para resguardarse del frio. Se pierde entre las estanterias, y sin desearlo llega a las de maternidad, hace un puchero.

- Vas a querer hablar ahora? - pregunta detras de ella, la habia seguido desde que salio de la Mansión, lleva el abrigo que ella habia olvidado.

Voltea, su cabello baila suavemente, mira sus labios como siempre, con sus ojos oscurecidos de pena.

- Que es lo que esperas que te diga?- murmura, apenas un murmullo desabrido.

- Que me amas y que saldremos adelante por ejemplo? - pregunta, en tono irónico pero sincero, le pasa el abrigo por detras, acomodandoselo en los hombros, no quiere que enferme.

- No estoy para tus sarcasmos..- le espeta, con la voz casi perdida. No queria que el le hablase asi. se deja abrigar, mirando su barbilla.

Mira su vientre en un desliz y luego sus ojos, la abraza a él, tapandola del todo del frio del callejon.

Cierra los ojos con fuerza y se abraza a su cuello con desesperación, realmente no sabia que haria si él no estuviera a su lado para contenerla.

- Tranquila amor.. - le dice manteniendola en sus brazos, saliendo con ella de la libreria, creia que no era buen lugar aquel.

Hacía ya mucho tiempo que ella no lloraba, que no deseaba hacerlo. Se aferra a su esposo. Buscando algun alivio en el.

Se apoya en un callejon al alejarse de la gente, la acurruca entre sus brazos, limpia sus lagrimas c on cuidado, sabia que habia reaccionado mal hasta el punto de descuidarla, la abraza fuerte.

A pesar de todo ella mantiene la calma, no era como Aleera o sus demas primas, ella siempre era la centrada y la responsable. Se mantiene en brazos de Chad, callada.

- Te amo, no llores.. - le pide, dejandose caer al suelo, se sienta con ella en su regazo.

Asiente despacio, no iba a llorar ahora lo que no habia llorado en semanas, ya estaba completamente convencida, ella no seria madre. Jamas podria darle un hijo a Chad.

- Lo siento..- murmura por fin, sentada entre sus piernas, acunada en sus fuertes brazos.

- Podemos.. adoptar.. - el no esta para nada convencido, y es tan cabezota que seguira golpeandose hasta reaccionar.

Sin duda ese no era el mejor comentario que podia hacerle en ese momento. Se queda callada, sin siquiera mirar hacia donde él, eso habia dolido.

Se la queda mirando, con expresión perdida, no puede hace algo por ella.

Se hunde en sus brazos, no hay nada que pueda decir. Se sentia un completo fracaso como mujer, siendo incapaz de darle siquiera un hijo a Chad.

- Vamos a casa amor.. - le susurra, quiere salir de alli.

Asiente suavemente, poniendose de pie despacio. Se suponia que ella debia guardar reposo por un largo tiempo, pero no podia estaarse en cama, le daba muchisimo asco.

Besa su frnete, cargandola en brazos, se desaparece de alli.

Cierra los ojos, sin pelearle ni nada. Solo se deja llevar, demasiado cansada quizas para hacerlo ahora.